sábado, 2 de marzo de 2013

Entraña-ble Aurora: Conversación con el Proyecto Aurora, espero saber pronto de ti.


Entraña-ble Aurora /// Conversación con el Proyecto Aurora, espero saber pronto de ti. 
Pia Rönicke _Museo Rufino Tamayo / 2013
Autor: Clara Vagley

Aurora:
Este mi cuerpo, ha sido mi territorio. Mi única patria. El terruño que se extiende bajo el capricho de apropiarme de cuanto espacio pueda: por momentos en el mar naufragando, otras veces, en el edén floreciendo. No todo es bienaventuranza Aurora, el prado que crece sobre mí, cubre las grietas de antiguas heridas, sin embargo, aquellas nunca desaparecen.
Este cuerpo Aurora, muestra similitudes con tu historia. Tú, que viviste fincada en la tierra, con pies de viento que al roce de aterrizaje abriste ventanas circulares, ahora has cerrado todas las puertas, sin permitir siquiera notar la ausencia.
Aurora, mi cuerpo y tu historia han sido despedazadas, las dos padecimos el bisturí del colonizador.  El colonizador, Aurora, ha tirado de nuestros brazos de lado a lado, como si deseara alcanzar los polos del mundo, y pudiera, con cada trozo que corta de nuestros dedos, alejarnos de algún centro.
Mis colonizadores, Aurora, no lograron conquistar mis tierras, fueron expulsados por la fuerza que se desprendió en mi disección. Al momento que me abrían, exploté en fragmentos dispersándome por el mundo. La libertad es  nuestra esencia, ni el más minucioso recolector podría narrar esta historia, porque sólo tú y yo la sabemos, si acaso lograran intuir detalles, jamás penetrarían lo originario.
            Morirá tu historia en tierra colonizada. Mi tierra esparcida en cada roce de piel, en los fluidos más fétidos, en los besos más ridículos y los falsos suspiros, habitará y viajará en sus cuerpos. Mi cuerpo diseminado en más de mil hombres clamará nuestra conquista. A donde ellos vayan, ahí estaré, respirando por sus poros, como el eterno huésped incómodo. Me convertiré en habitante del mundo y tú estarás ahí, festejando nuestro reinado. 



 _______________



Pia Rönicke. (Roskilde, Dinamarca, 1974)
La película está construida a partir de una colección de documentos históricos, películas, emisiones televisivas, artículos de periódicos y entrevistas con antiguos habitantes del barrio de Chávez Ravine en Los Ángeles. Estos documentos sirven para elaborar una narrativa ficticia que transcurre en un tiempo indefinido entre 1959 y 2012.
Esta muestra reúne obras de la artista, que como gran parte de su práctica, parten de la investigación de archivos sobre todo de arquitectura y de diseño moderno, poniendo énfasis en los fracasos de las utopías propuestas desde estos campos. A partir del estudio de estas utopías arquitectónicas y sus reveses, la artista crea obras que navegan entre los límites de la realidad y la ficción, al presentarnos hechos y documentos verdaderos dentro de una narrativa y espacios ficticios.
Vive y trabaja en Copenhague. Estudió en la Real Academia Danesa de Bellas Artes y en el Instituto de las Artes de California. Ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas. Entre las individuales destacan Dream and Action Find Equal Support in It, gb agency, París (2012) y Andersens Contemporary, Copenhague (2011); Rosa’s Letters, Goloss, Copenhague (2010); Scanning Through Landscapes, Walden Affairs, Den Haag, Países Bajos (2010); Facing-An Usual Story from a Nameless Country, Monterhermoso, Vitoria-Gasteiz, España (2009). Es coorganizadora junto con Jacob Fabricius y Elisabeth Jorgensen de of Appendiks, un espacio dedicado al arte y la cultura visual, con librería y oficina en el centro de Copenhague, que edita libros de arte y materiales audiovisuales.








_______________


Clara Vagley: Nací para servir el 4 de julio de 1953 en un salón de vicio. Nieta e hija de ponquianchis, de las escuchas muertas, de los obreros del petróleo en Veracruz y un extranjero. Viajante del país. Me gano la vida en la vitrina que ofrece un catálogo de servicios sexuales y psicológicos. Sin vergüenza, ni pretendida reivindicación, abogo por el negocio social que ofrece la prostitución. No me parece inmoral o extraño que tenga parecido a un restaurante, en donde se alimentan a las soledades con carne húmeda y oídos abiertos. Me vendieron por cien pesos a los 16 años. Soy madre de dos hijos engendrados en partes. Carne de placer y foco de infección social-, dicen. Me gusta meterme a esas exposiciones que hacen de “arte” porque no creo en la religión, ni en la educación, ni en los demás. Disfruto dichas exhibiciones porque me recuerdan al burdel, donde en silencio, putas y clientes se disputan por poseer y hacer transacciones de lo más ínfimo de su existencia. Allí tampoco hay destino, ni vida, ni sentido, porque allí se muestra que no hay nada que ganar, no importa lo que sea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario