viernes, 29 de octubre de 2010

René Francisco (Cuba)

RENE FRANCISCO RODRIGUEZ / René Francisco's interview








Esta historia empieza, igual que la mayoría de historias sobre artistas contemporáneos importantes, en la esquina noroeste de la ciudad, en el complejo de edificios conocido como el ISA (Instituto Superior de Arte). Se supone que la idea de construir una escuela de arte aquí, la antigua ubicación del Havana Country Club en el barrio de Cubanacán, surgió en 1960 mientras Fidel Castro y el Che Guevara disfrutaban de un tranquilo partido de golf posrevolucionario. La sección del instituto dedicada a las artes visuales, diseñada por el arquitecto cubano Ricardo Porro en 1965, es uno de los triunfos arquitectónicos modernos más extraordinarios de La Habana: una serie ondulante de corredores y estudios de techo abovedado que rodean un patio horneado por el sol. Y aquí es donde encontramos a René Francisco Rodríguez, tomándose un descanso de sus funciones de profesor.

René Francisco tiene 48 años y un aspecto juvenil, una cualidad no muy sorprendente en alguien que encontró una forma de nunca dejar la escuela. “Este lugar es como mi segundo hogar," dice. “Llegué aquí en 1977 como un estudiante -esta es la razón de que todo este cemento signifique tanto para mí. Me licencié por el ISA en 1982, después estudié aquí hasta 1989, y he sido profesor aquí desde entonces." Su poco ortodoxo método de enseñanza, que ocasionalmente causa preocupación entre los administradores de la escuela, es uno de los factores que le han hecho siempre popular entre los estudiantes: “Mis clases tienen lugar cuando lo quiero yo, o cuando lo quieren los estudiantes. Y a veces salimos del Instituto y las clases tienen lugar en el exterior, en la calle."

La determinación de Francisco respecto a replantear la interacción estudiante-profesor le condujo a crear Galería DUPP (Desde una Pedagogía Pragmática) en 1989. De hecho, Galería DUPP, no tiene nada en común con una galería de arte; no tiene un domicilio fijo y sólo está relacionada incidentalmente con la exposición del arte y todavía menos con la venta del mismo. Utilizando “Galería DUPP" como su identidad colectiva, Francisco y un cambiante grupo de estudiantes han producido una asombrosa gama de obras de arte durante las últimas dos décadas. El proyecto de DUPP evolucionó a partir del interés de Francisco en la participación de la comunidad - era hacer que los artistas salieran del estudio y se metieran en el “mundo real' - al mismo tiempo que se borraba el ego de la ecuación artística. A pesar de eso, más de unos pocos de los antiguos estudiantes de Francisco, como Alexandre Arrechea, Wilfredo Prieto y Duvier Del Dago Fernández, han pasado a conseguir prominencia artística propia.

Francisco continuaba hablando con admiración y de forma expansiva sobre el ISA - “esta no es una escuela en la que aprendes a pintar... es una escuela de ideas, donde los profesores intentan formar a los estudiantes...." Y después llega el momento de pasar a otra cosa.

Nos lleva a un barrio llamado El Romerillo, cercano geográficamente al ISA pero a años luz del linaje aristocrático de Cubanacán. En El Romerillo nunca ha habido un campo de golf. Los trabajadores cubanos que se dirigían a La Habana desde las zonas rurales empezaron a establecerse aquí en la década de 1960, y construyeron sus casas con cualesquiera materiales que encontraran (lata corrugada, cartón). El Romerillo se convirtió en uno de los suburbios más notorios de la Habana.

René Francisco empezó a venir a El Romerillo hace una década, vagando por el barrio siempre que tenía tiempo libre en el ISA. Pudo conocer a gente y ésta pudo conocerle a él. En 2003 recibió una subvención de una fundación de Berlín, y concibió un plan. Utilizaría el dinero de la subvención en El Romerillo. Pero, ¿dónde empezar? En este barrio tremendamente pobre, ¿quién se lo merecería más? Decidió permitir que los vecinos lo decidieran por sí mismos. Contactó con 44 de ellos, y cuando finalizó su encuesta, Francisco sabía lo que tenía que hacer. El dinero de la subvención había sido destinado a un proyecto de arte, pero eso no era un problema. Francisco daría a Berlín un proyecto de arte, y daría a los vecinos de El Romerillo algo que podrían utilizar.

La primera persona de la lista, Rosa Estévez, era una de las personas más queridas del barrio. “Rosa curaba con sus manos," recuerda Francisco. “Era profundamente espiritual. Los médicos le enviaban pacientes para que los curara. Pero ella vivía en la pobreza más extrema, con su hijo. No tenían ni un retrete ni nada." Por lo tanto Francisco organizó un grupo que se puso a trabajar para renovar la casa de Rosa. Rosa tomó todas las decisiones sobre lo que necesitaba realizarse. Se cambió el tejado, se creó un patio y se construyeron armarios y estanterías. Francisco documentó todos los pasos del proyecto, y a finales de 2003 se expusieron en Berlín ampliaciones de sus fotografías de la “Casa de Rosa". Rosa murió al año siguiente, pero Francisco sigue teniendo una relación íntima con su hijo, que sigue viviendo en la casa.
En 2004 Francisco se puso a trabajar para transformar el hogar de Marcelina Ochoa, a la que toda la gente de El Romerillo llama “Nin." Tenía 88 años y no podía andar, por lo tanto cada día su hijo la llevaba en brazos al exterior para que se sentara en el patio. Él iba trabajar y después volvía del trabajo y la llevaba de nuevo al interior de la casa por la noche. “Su patio estaba en un estado terrible - lleno de basura, moscas, no puedes ni imaginártelo," dice Francisco. “Ella tenía que estar sentada contemplando esta pila de basura cada día. Por lo tanto convertimos el patio en un jardín para ella. Ella escogió las plantas que quería."
Nin también necesitaba cuidados médicos. Francisco trajo a un médico para que la examinara, después consiguió una silla de ruedas para ella e hizo que le proporcionaran zapatos ortopédicos a la medida. Francisco expuso su documentación de “El Patio de Nin" en la 52a Bienal de Venecia en 2007.

De pie junto a René Francisco en la calle principal que pasa a través de El Romerillo, es evidente que su compromiso hacia este barrio va más allá del interés artístico, más allá de lo que pudo hacer por Rosa y Nin, quizás incluso más allá de lo posible. Cuando se le pregunta sobre el futuro, mira a su alrededor y dice, “Me encantaría instalar un sistema de alcantarillado. Me gustaría obtener financiación y reconstruir la red de suministro de agua, mejorar las comunicaciones. Mejorar todo lo relacionado con la higiene... parece imposible, lo sé. Pero éste es mi trabajo. Vivo en una utopía artística."

El día termina en el estudio de René Francisco, donde pinta. Esto es una sorpresa, considerando todo lo que ha hecho por la causa del arte conceptual y el desarrollo de la comunidad, pero, sí, el estudio de René Francisco está lleno de cuadros sumamente interesantes. La pintura ha sido aplicada al lienzo en capas con una espátula, utilizando una técnica meticulosa, puntillista. La mayoría de los cuadros tienen temas sociológicos y políticos. Uno de ellos muestra masas de caras indistinguibles en blanco y negro. Otro muestra una costurera que cose banderas en una masa de colores rojo, azul y blanco. “Me gusta pintar," dice. “También me gusta el trabajo que hago en las calles. Es el Yin y el Yang, no?"


César Martínez protestar en la Galería Metropolitana de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)


El artista César Martínezrealizó la nochedel pasado jueves un breve performance para protestar en la Galería Metropolitana de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) contra lo que consideró un acto de censura al no ser integrada su obra titulada La silla presidencial mexicana, en la exposición colectiva Cauce crítico, con la que el recinto celebra sus 30 años.

Una hora después de la inauguración formal de la muestra por el rector de la UAM, Enrique Fernández, irrumpió Martínez de manera pacífica a la galería empujando una silla de ruedas adornada en respaldo y costados con la bandera estadunidense y sentado en ella una persona con una máscara de látex con el rostro de Felipe Calderón.

Acompañado por un par de mariachis con trompetas, junto a una de sus obras escultóricas inflables, El cuerpo suspiro (2002), que sí se incluyó en la muestra y con los ojos vendados con un paliacate hecho con la bandera de México, Martínez explicó que con todo el respeto a los disminuidos física y motoramente, tituló a su obra La silla presidencial mexicana.

“Por motivos curatoriales y de significado –detalló– se me pidió retirar esa pieza. Llevo dos noches rumiando los argumentos y no me resultan satisfactorios. Doblemente me afectan por ser integrante de la UAM desde hace 20 años, con el compromiso académico y de preservación y difusión de la cultura. Por serle fiel a mis principios éticos, políticos y artísticos, solicito a la dirección de la Galería Metropolitana una explicación por escrito que sostenga los argumentos históricos, filosóficos, teóricos, políticos y morales que justifiquen esa decisión, misma que se puede llevar a debate de manera abierta durante las mesas de discusión que se realizarán en el marco de la muestra Cauce crítico.

De acuerdo con la información contenida en el folleto que da cuenta del currículum de los 11 participantes en la colectiva, César Martínez (DF, 1962) “es un artista interdisciplinario cuyo trabajo ha transitado por diferentes aportes conceptuales y técnicos, por ejemplo, la pólvora y la dinamita, en lo que él llama ‘desconstruyendo a lo destructivo’, creando con lo que destruye.

Además de ser profesor de tiempo completo de la División de Ciencias y Artes para el Diseño en la unidad Azcapotzalco de la UAM, Martínez es integrante del comité consultivo en la Dirección de Artes Visuales.

“Estoy muy sorprendido –dijo al término de su protesta–, porque si mi opinión es considerada valiosa como para tomar decisiones, por qué en este caso se me silencia y trunca mi trayectoria como artista.”

Y explicó que el significado de su pieza tiene que ver con que nuestro país está inválido por la discapacidad mental de quienes nos han gobernado.

Actividades conmemorativas

Víctor Muñoz Vega, curador de la exposición y director de Artes Visuales de la UAM, explicó, aparte, que la pieza de Martínez, La silla presidencial mexicana, no entraba dentro del concepto y la temática de la muestra.

La materialidad de la pieza no encajaba como objeto, no aportaba un paso más dentro de la trayectoria del artista y del arte mexicano. Es una pieza que tiene referencias a los años 70 del siglo anterior y no contribuye a la expansión de los límites de la expresión artística de lo que llamo la flexibilidad de las artes. Como curador me tengo que hacer responsable de esas decisiones, dijo.

Cauce crítico integra obra en diferentes soportes y materiales de varias generaciones de artistas, como Carlos Aguirre, Francis Alÿs, Carlos Amorales, Marcela Armas, Omar Barquet, Mariana Castillo Deball, Felipe Ehrenberg, Melquiades Herrera, Enrique Jezik, Marcos Kurtycz y César Martínez.

Como parte de los 30 años de la Galería Metropolitana se realizarán dos mesas de debate en torno a la situación del artista contemporáneo ante el devenir entre la ruptura y la flexibilidad.

La primera será el 30 de septiembre y la segunda el 7 de octubre, ambas a las 19 horas, en Medellín 28, colonia Roma.


Periódico La Jornada
Sábado 25 de septiembre de 2010, p. 4

miércoles, 27 de octubre de 2010

Claire Fontaine diálogo con el curador mexicano Cuauhtémoc Medina





Fulvia Carnevale y James Thornhill, los miembros del colectivo parisino conocido como Claire Fontaine, el diálogo con el curador mexicano Cuauhtémoc Medina sobre su intervención en el Museo Tamayo, y su visión del significado de hacer lo que hacen

lunes, 25 de octubre de 2010

DUPP, Desde una pragmática pedagógica.

DUPP significa "Desde Una Pragmática Pedagógica". Son las iniciales de un proyecto pedagógico de René Francisco, que viene desde los '90. Este grupo pertenece a la tercera edición. "Nosotros nos conocíamos ya de alguna manera y compartíamos muchas ideas y luego apareció la figura de René quien vino a aglutinarlo todo".

DUPP nació como grupo de discusión y de comprensión para las mismas preguntas que cada uno se estaba formulando por separado. Fue encontrar una especie de formato y un método para realizar por un lado trabajos colectivos y, por ciertos períodos, trabajos individuales - por ej. exposiciones personales - donde el grupo brinda apoyo como una especie de mini-institución.

Entre las cosas que DUPP se ha propuesto, es rescatar ciertos tópicos del arte cubano que al parecer estaban un poco débiles.

Archivos:

Una vocación humana permanente (Conferencia) Dr. Ramón CabreraSalort.Bajar


Los proyectos socioculturales como espacios de innovación participativa en Cuba actual:


La experiencia de la Cátedra de Pensamiento Crítico y Culturas Emergentes

Haydeé Santamaría (KHS) (1) Armando Chaguaceda Noriega

Bajar



La administración pedagógica de la formación ciudadana

La calidad de la educación como desarrollo de la subjetividad del maestro Julián Osorio Bajar

Libros: Kendell Geers IRRESPEKTIV


Kendell Geers - IRRESPEKTIV.PDF
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La obra de Kendell Geers pone a prueba los límites de los códigos y principios morales aceptados, derribándolos y recomenzando desde cero. A menudo hace uso del humor negro para pervertir el orden establecido de las cosas, pidiéndole al espectador que cuestione la construcción del mundo a través de un asalto visual que le implica en su obra.

Su trabajo es un desafío de la mancha indeleble dejada por las historias heredadas. El artista devora la historia como un caníbal para a continuación recodificarla utilizando material proveniente de la historia del arte y del dominio público. Geers considera que en el arte contemporáneo existe una ominosa ausencia de todo sistema de creencias más allá del material y de lo físico y en su obra encontramos una búsqueda del arte más allá del arte que propone únicamente una filosofía de sí mismo. Mediante un proceso de intercambio con el espectador, el artista desea retornar a lo sensorial y a lo visual.

Geers «rasca donde no pica»; emplea estrategias de perturbación utilizando las armas de la sexualidad, la violencia y el miedo. Su estrategia de desestabilización exige que negociemos físicamente un espacio en el que existe una amenaza de peligro inmediato y muy real. Argumentando que nos comprendemos a través de nuestros límites, Geers nos desorienta emocional y físicamente. No obliga a reflexionar sobre nosotros mismos, a ser conscientes de nosotros mismos en el espacio, de nuestros límites y de nuestros sistemas de valores: su obra exige una respuesta.

El mayor reto para Geers es superar el lenguaje como estructura que limita lo que puede ser expresado. Geers se centra en el momento en el que nos enfrentamos a la experiencia que se sitúa más allá de las palabras, y la emoción que arrebata al lenguaje el poder de controlarnos. Su obra aspira a purgar estos mecanismos de control con una explosión de energía dirigida contra la implosión del lenguaje. Su obra es el espacio donde el lenguaje y los sistemas de valor adquieren entidad física.

Para la exposición, que se presenta como una retrospectiva, presenta varias obras nuevas, entre las que se incluyen The Devil You Know (Lo malo conocido), Eurovision y Monument to the Unknown Anarquist (Monumento al anarquista desconocido). Esta última examina el terror urbano y la violencia económica con una eficiencia formal basada en la reflexión sobre la historia del arte. Algunas piezas clave, como el signo de neón S/Laughter (Matanza) que parpadea en el exterior del edificio, abordan la expresión de la violencia utilizando el lenguaje verbal. TW (INRI), es un icono de la crucifixión católica, con su simultánea capacidad de atracción y repulsión, envuelto en cinta de demarcación de la que se emplea para advertir del peligro y hace referencia al simbolismo religioso y a la historia del arte.El silencioso horror de Song of the Pig (La canción del cerdo), un pasillo formado con 60 bolsas para cadáveres que, como si se hubiera producido una masacre, aguardan con la boca abierta y hambrienta para ser alimentadas. House of Spirits (La casa de los espíritus), mística y filosófica a la vez, está inspirada en el Timeo de Platón y en el Código atlántico de Leonardo Da Vinci. Utilizando el tipo de letra Fraktur, con su fuerte carga política, el mural PostPopFuck 31 oscila entre la afirmación y la negación de la vida. En última instancia, la exposición nos urge a enfrentarnos a nuestra naturaleza, a la realidad de nuestra muerte y a la fragilidad de nuestra existencia.



Tom Shannon y La escultura antigravitatoria







Tom Shannon exhibe su escultura antigravitatoria, espiritual -- hecha de materiales simples, terrenales -- que flota y gira cual planeta sobre imanes y cables de suspensión. Es arte que se inspira en la ciencia, en su máxima expresión celestial.

Mae Jemison habla acerca de enseñar artes y ciencias juntos





Mae Jemison es una astronauta, doctora, coleccionista de arte, bailarina... Contando historias de su propia educación y de su estadía en el espacio, ella pide a los educadores enseñar tanto las artes como las ciencias, ambas intuición y lógica, como una -- para crear grandes pensadores.

sábado, 23 de octubre de 2010

Iron Sky








En 1945, con la Segunda Guerra Mundial a punto de terminar, los nazis se las ingenian para poner pies en polvorosa desde la Antártida. Allí científicos alemanes han conseguido desarrollar tecnología antigravedad que les permite volar en naves espaciales hasta la luna donde se instalan -en la cara oculta- y desde donde durante años organizan su regreso a la Tierra para intentar conquistarla definitivamente.
La película se ha estado financiando sobre la marcha, e incluso aceptan inversiones de particulares que pueden adquirir cómodas porciones del proyecto con los mismos derechos sobre los beneficios -si los hay- que los inversores principales, que son dos productoras finlandesas y una alemana. De momento unos 150.000 euros proceden de aportaciones menores (a partir de mil euros) recibidas a través de Internet.
Su estreno está previsto para 2011, aunque este año ya se ha dejado ver un teaser con fragmentos de la película en el festival de Cannes.

jueves, 21 de octubre de 2010

Latinoamérica desde la Colección MUSAC

MODELOS PARA ARMAR, Pensar Latinoamérica desde la Colección MUSAC
Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, MUSAC




Parte I




Parte II



Desde el 26 de junio de 2010 al 9 de enero de 2011, dentro de la programación del V aniversario del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, MUSAC presenta en todos sus espacios expositivos una gran muestra que reúne por vez primera la mayoría de las obras de los más de cuarenta artistas latinoamericanos pertenecientes a la Colección MUSAC. Bajo el título MODELOS PARA ARMAR. Pensar Latinoamérica desde la Colección MUSAC, la muestra, comisariada por Agustín Pérez Rubio (Director del MUSAC), María Inés Rodríguez (Conservadora Jefe del MUSAC) y Octavio Zaya (Comisario externo MUSAC), propone al espectador a establecer su propio recorrido en torno al arte latinoamericano contemporáneo, a partir de un diseño del espacio concebido por el arquitecto Andreas Angelidakis. Paralelamente, toda la programación de actividades de MUSAC entre junio de 2010 y enero de 2011 se fundamentará en América Latina, a través de nuevos proyectos en el Laboratorio 987 y Vitrinas, talleres de artistas, publicaciones, congresos, performances, conciertos, etc.


MODELOS PARA ARMAR. Pensar Latinoamérica desde la Colección MUSAC se inspira en 62/ Modelo para armar, la novela que Julio Cortázar publicó en 1968, uno de los proyectos más originales y ambiciosos de la literatura en lengua castellana. Salvando distancias y disciplinas, sin presunción, la exposición propone, como esa novela singular, una visión que rechaza tanto una lectura única como una narrativa lineal convencional entre las obras que la componen, invitando encambio al espectador a establecer (armar) sus propios parámetros y direcciones, sus enlaces y sus relaciones. MODELOS PARA ARMAR se manifiesta a partir de un centenar de obras de más de cuarenta artistas latinoamericanos, que datan desde finales delos ochenta hasta la actualidad (siguiendo los parámetros de la Colección MUSAC), que utilizan multitud de medios y lenguajes, estrategias artísticas y elementos significativos, referencias, objetos y situaciones que en su conjunto permiten o facilitan articular diferentes narrativas y alternancias posibles. Desde importantes artistas ya fallecidos que forman parte de la Historia del Arte Latinoamericano como Ana Mendieta, Leonilson o Maria Teresa Hincapié; a grandes maestros como Luis Camnitzer, Oscar Muñoz o Miguel Ángel Rojas; pasando por la importante generación de los noventa como Valeska Soares, Rosângela Renó, Jorge Macchi o Carlos Garaicoa; hasta artistas jóvenes que están dejando su impronta en el panorama actual como Mario García Torres, Julieta Aranda o Matías Duville, entre otros.

MODELOS PARA ARMAR propone al espectador convertirse en un lector activo y emancipado que va dando forma a una partitura que le permitirá crear una nueva narrativa. En este orden de ideas los diferentes elementos que propone esta exposición podrán ser mezclados y analizados, en función de las necesidades y referencias de quien se aproxima a las obras. La muestra no tiene, por tanto, un tema central ni un núcleo principal alrededor del cual podamos desarrollar una narrativa privilegiada. Aunque podría decirse que las diferentes perspectivas y los distintivos lenguajes que abarcan estas obras reflejan una intencionalidad crítica sobre la sociedad y su relación con otros contextos, la exposición reúne discursos y posicionamientos personales y filosóficos, urbanos y políticos, literarios y artísticos, etc. que se corresponden con todas y cada una de las corrientes que animan y preocupan al arte contemporáneo que se desarrolla en cualquier lugar del planeta, ya sea París, Tokyo, Ohio o Bogotá. En este sentido, la exposición se proyecta como una suerte de ars combinatoria infinita que no hace referencia exclusivamente al entorno geográfico-cultural latinoamericano, de donde proceden todos estos artistas, sino que posibilita y favorece lecturas y conclusiones diferentes y contrastadas, tramas inciertas y pistas ambiguas, con interrogantes sin resolución y sendas que se bifurcan, como en un laberinto sin desenlace.

Realidad y ficción, sorpresa y misterio, humor y dolor se dan la mano en esta muestra para ofrecernos un ritmo significante generado por varios acontecimientos sin sucesión específica o determinada, marcado unas veces por la lógica de la razón y otras veces por la intuición; unas veces por la acción y otras veces por la contemplación; unas veces por lo material y otras veces por lo espiritual. Con todo ello, esta muestra nos invita a pensar Latinoamérica como un proyecto en curso siempre posible, y por lo tanto infinito; un proyecto sin fijación en el tiempo o en el espacio, múltiple y abierto a mundos diferentes; un proyecto que aquí materializa su interés artístico en lo colectivo y comunitario a través de la “singularidad” en vez de la identidad. Un proyecto de modelos para armar.

Listado de artistas en la exposición MODELOS PARA ARMAR. Pensar Latinoamérica desde la Colección MUSAC
- Carlos Amorales. México, 1970. Vive y trabaja en México D.F
- Alexander Apostol. Venezuela, 1969. Vive y trabaja en Madrid
- Julieta Aranda. México, 1975. Vive y trabaja en Berlín (De)
- AVAF. Colectivo artístico fundado en Nueva York, 2001. Viven y trabajan entre Berlín (De), Rio de Janerio (Br) y Nueva York (Us)
- Fernando Bryce. Perú, 1965. Vive y trabaja en Berlín (De)
- Erick Beltrán. México, 1974. Vive y trabaja en Barcelona (Es)
- Iñaki Bonillas. México, 1981
- Tania Bruguera. Cuba, 1968
- Francois Bucher. Colombia, 1972. Vive y trabaja en Nueva York (Us)
- Luís Camnitzer. Alemania, 1937. Vive y trabaja en New York (US)
- Raimond Chaves. Colombia, 1963
- José Damasceno. Brasil 1968. Vive y trabaja en Río de Janeiro
- Dr. Lakra. México, 1972. Vive y trabaja en México D.F y Oaxaca (Mx)
- Matías Duville. Argentina, 1974
- Sandra Gamarra. Perú, 1972. Vive y trabaja en Madrid (Es)
- Carlos Garaicoa. Cuba, 1967. Vive y trabaja en Madrid (Es)
- Mario García Torres. México, 1975
- Diango Hernández. Cuba, 1970. Vive y trabaja en Dusseldorf (De)
- Juan Fernando Herrán. Colombia, 1963
- Federico Herrero. Costa Rica, 1978. Vive y trabaja en San José (Cr)
- María Teresa Hincapié. Colombia, 1956 – Colombia, 2008
- (José ) Leonnilson. Brasil 1957-1993
- Jorge Macchi. Argentina, 1963. Vive y trabaja en Buenos Aires (Ar)
- Gilda Mantilla. EE.UU, 1967. Vive y trabaja en Los Ángeles
- Gilda Mantilla y Raimond Chaves
- Teresa Margolles. México, 1963. Vive y trabaja entre México y España
- Hernan Marina. Argentina, 1967
- Ana Mendieta. Cuba 1948 – EE.UU. 1985
- Mujeres Creando. Colectivo de artistas formado en La Paz, Bolivia, 1992
- Óscar Muñoz. Colombia, 1951. Vive y trabaja en Cali
- Rivane Neuenschwander. Brasil, 1967
- Damián Ortega. México, 1967. Vive y trabaja en Mexico D.F (Mx)
- Álvaro Oyarzun. Chile, 1960
- Nicolás París. Colombia, 1977. Vive y trabaja en Bogotá
- Jorge Pineda. República Dominicana, 1961. Vive y trabaja entre Santo Domingo y Madrid
- Caio Reisewitz. Brasil, 1967
- Rosangela Renno. Brasil, 1962
- Pedro Reyes. México, 1972Miguel Ángel Rojas. Colombia, 1946
- Martín Sastre. Uruguay, 1976
- Melanie Smith y Rafael Ortega. Melanie Smith. Reino Unido 1975. Rafael Ortega. México 1965. Viven y trabajan en México D. F. (Mx)
- Valeska Soares. Brasil, 1957. Vive y trabaja en Nueva York (Us)
- Javier Téllez. Venezuela, 1969. Vive y trabaja en Nueva York (Us)
- Meyer Vaisman. Venezuela, 1960. Vive y trabaja en Barcelona.
- Carla Zaccagnini. Argentina, 1973. Vive y trabaja en San Paulo (Br)

Tomado de:

http://modelosparaarmar.wordpress.com/

http://www.rtve.es/mediateca/videos/20101011/metropolis---modelos-para-armar/898876.shtml

viernes, 1 de octubre de 2010

Los límites de la instalación. Una perspectiva desde el paradigma de la complejidad.

Mónica Sánchez Argilés

ESTADO DE LA CUESTIÓN.

DIFICULTAD HISTÓRICA

EN LA DEFINICIÓN DEL TÉRMINO

Tratar de definir el arte de la instalación, o cualquier otro lenguaje artístico actual, exige la inmersión en territorios heterogéneos, maleables, abiertos a múltiples interpretaciones y enormemente escurridizos. La historia del arte ha dejado de actuar sobre terrenos firmes dominados por categorías universales, establecidas de antemano. No existe unanimidad entre los especialistas y con frecuencia nos topamos con lecturas contradictorias.

Un vistazo por algunos de los malogrados intentos por definir convencionalmente el arte de la instalación nos informa de la dificultad de categorizar una especie de “amalgama inextricable” en la que casi todo es válido.

Se ha tratado de abordar la definición desde diferentes puntos de vista, por ejemplo, relatando algunas de las características generales que este tipo de obras podrían compartir, aunque en la práctica constatamos que ninguna de estas características dotan de especificidad a la instalación: asentadas históricamente, para arrojar algo de luz sobre el fenómeno de la instalación. Pero lejos de alcanzar dicho objetivo, este tipo de definición nos informa de otra problemática frecuente en el arte actual: la dificultad, sobre todo a partir de la celeridad de la segunda mitad del siglo XX, para diferenciar prácticas artísticas separadas entre sí por unos límites extremadamente difusos. Esto se debe, principalmente, a un trabajo de alfabetización y especialización cultural cada vez mayor que permite la existencia de percepciones diferenciales cada vez mas sutiles y afinadas para clasificar o relacionar.

The Ofxord Dictionary of Art en el año de 1988 define el término instalación como “un término de boga durante los años sesenta para denominar assemblages o environments construidos específicamente en una galería y para una exposición en particular” [1].

Como una especie de collage expandido (entre el media sculpture, el assemblage y el environment) la instalación construye una escenografía, un decorado, una arquitectura, que quiere ser habitada y experimentada por el espectador [2].

Algunos historiadores han tratado de acercarse a la definición de instalación revisando las múltiples interrelaciones que ésta parece establecer con diferentes disciplinas y movimientos artísticos.

La instalación está formada por una multitud de prácticas y actividades como: la soft architecture, el diseño, el jardín zen, los happenings, el bricolaje, los espectáculos de luz y sonido, las ferias mundiales, la arquitectura vernacular, los proyectos multimedia, los jardines urbanos, el land art, los earth Works, los panoramas de los años ochenta y noventa, el arte povera, las follies, los environments de los artistas “folk”. Abarca los planos de percepción e interpretación espacial, visual, aural [3].

La instalación es realmente una forma entre la escultura y el teatro [4].


Tadashi Kawamata


La grave dificultad de concluir en la tradicional y categórica definición de “instalación” se debe, sobre todo, a las metamorfosis que su significado ha ido sufriendo desde su aparición hasta la actualidad, determinadas por las múltiples interrelaciones que establece con amplios campos de significación: prácticas, artísticas, disciplinas, materias, discursos, problemáticas, etc. El intento de establecer una definición autónoma de instalación pasaría por el acto de examinar todas y cada una de estas relaciones. Imposibles de analizar porque son infinitas e inestables, relatadas por los principios del paradigma de la complejidad. La definición, por lo tanto, debería ser una constantemente reconstruida exactamente igual que el mundo con el que interacciona.

El hecho de que en diferentes disciplinas se esté impulsando de forma sincrónica un cambio de paradigma por la necesidad de explicar distintos fenómenos que ocurren en la actualidad, y de que algunos teóricos como Manuel Delanda, Paul Crowther y Jonathan Watkins den cuenta en sus textos de la imposibilidad de seguir aplicando los viejos paradigmas de la historia del arte para interpretar el evento artístico contemporáneo, nos anima a la empresa de abordar, desde la intuición, un enfoque de la definición de instalación con la ayuda del paradigma de la complejidad.

Jonathan Watkins, consciente de la complejidad que entraña la definición de instalación, manifiesta que ésta es tan indefinible como el propio arte, pues piensa que ambas cosas son una misma. “La instalación borra las líneas de separación de las diferentes formas de hacer arte, entre pintura, escultura, arquitectura, fotografía, cine y video, ready-mades, teatro y arte vivo, música, etc. […] confunde el rol de artista con el del espectador. Funde arte y vida. En pocas palabras, la instalación puede ser cualquier cosa –puede ser todas las cosas- […]. No es sólo otra forma de hacer arte. Instalación es en lo que se ha convertido todo el arte […] por lo tanto instalación es una tautología” [5].


James Turrel


UN ACERCAMIENTO

AL PARADIGMA DE LA COMPLEJIDAD

Los mencionados intentos por definir la instalación se nos presentan como una arriesgada colección de contradicciones, imprecisiones, paradojas y perspectivas sesgadas que ni mucho menos parecen conducir al consenso.

Pareciera que, como ya ha ocurrido en otras disciplinas, la explicación de algunos fenómenos necesitara de un cambio de paradigma que incluyera en su formulación la contradicción, la paradoja y las distintas perspectivas que, aun siendo excluyentes, puedan convivir en un mismo sistema.

¿Hablamos de todo el arte cuando hablamos de instalación? ¿Podemos decir que hay tantas definiciones de instalación como instalaciones hay? ¿Es la instalación el resultado de una expansión o una relajación en la definición de las categorías tradicionales en las artes plásticas? ¿Es el resultado del mestizaje entre esas categorías?

Es aquí donde el paradigma de la complejidad, descrito con precisión durante los últimos años por Edgar Morin [6], aparece como una herramienta útil al abordar la problemática de la definición de “instalación”.

El principio de recursividad. “Un proceso recursivo en aquel en el cual los productos y loe efectos son, al mismo tiempo, causas y productores de aquello que los produce” [7]. En matemáticas algo es recursivo si se define en términos de sí mismo.

El principio hologramático. En un holograma físico una parte de la imagen holograma contiene asi la totalidad de la información del objeto representado; no sólo la parte está en el todo, sino que el todo está en la parte. Esto se deduce de un hecho curioso. Al dividir por la mitad un holograma, por ejemplo el de un caballo, no obtenemos las dos mitades del caballo, sino dos caballos enteros de la mitad de tamaño del holograma original.

Principio dialógico. Permite la convivencia de distintas lógicas a la vez complementarias y antagónicas. No existe un marco conceptual único desde el que analizar un evento, sino una variedad de ellos, diferentes puntos de vista, adecuados a determinados propósitos.

De los muchos ejemplos posibles a los que aplicar estas principios escogeremos arbitrariamente algunos tratando de ofrecer una comprensión intuitiva.


Isidro Blanco


Tautología, recursividad, iterabilidad, redundancia…

En el caso de la recursividad trataremos de la relación sujeto-objeto que nos ofrece esta perspectiva. El sujeto es objetivo y objetivable –forma parte de una “realidad”-, a su vez el objeto es interpretado por el sujeto. Luego sujeto y objeto están contenidos el uno en el otro en un proceso recursivo sin principio ni fin. Esta situación descarta tanto el extremo realista ingenuo como el solipsita, ofreciendo una perspectiva que surge de la relación entre uno y otro, de la misma manera que el caminar surge de la interacción de los pies con el suelo.

La cita de Jonathan Watkins, que concluye con la relación tautológica entre el concepto de arte y el término instalación, podría adquirir coherencia bajo la perspectiva de la recursividad. Lo que Watkins propone es que actualmente cualquier obra de arte puede ser incluida en la categoría instalación. Por tanto, los términos instalación y arte serian redundantes.

Por su parte, Michael Archer, en su pionero libro Installation Art concluyó que “la adopción generalizada de la instalación como método para producir arte lleva a una situación en la que muy pronto será la forma convencional de hacer las cosas” [8].

Nosotros queremos ir un paso más allá y situar la instalación entre el extremo de la definición taxonómica, categorizadora, y la perspectiva integradora. Queremos extraer una definición del término instalación de la relación entre estos dos extremos.

Si, en efecto, consideramos el término instalación como equiparable al concepto arte no dejamos por ello de pensar en la instalación como una parte del arte. Así, instalación y arte se contienen el uno en el otro en un proceso recursivo sin principio ni fin.

La perspectiva sobre la instalación que nos ofrece este modelo contradictorio no es ni la categorización o parcelación absoluta ni la visión integradora u holística que diluye completamente las categorías –land art, arte povera, arte conceptual, etc,- dentro de la instalación así como la instalación dentro del arte; sino mas bien se trata de ofrecer una visión de conjunto en la que la instalación esté completamente integrada en el arte mientras expresa distintas tendencias en función de las fluctuaciones del propio sistema.

La definición tácitamente consensuada de instalación impulsa a los artistas a producir instalaciones coherentes con ese consenso pero a la vez ese consenso no es una definición precisa e inamovible sino mas bien un promedio de características de aquellas obras que resultan inclasificables en las categorías tradicionales.

La definición de instalación, por tanto, no puede darse sin acudir al principio de recursividad. Se contiene a sí misma pero será evolutiva. Ésta cambia como consecuencia de las constantes influencias entre la idea, es decir, las instalaciones concretas que produce cada artista bajo la influencia de su entorno inmediato.

En matemáticas la recursión ha conseguido importantes logros de carácter práctico. La geometría fractal basada en algoritmos recursivos puede describir objetos presentes en la naturaleza cuya descripción matemática era poco menos que imposible –nubes, árboles, texturas, etc,- y su aplicación en diferentes disciplinas, como la biología del conocimiento –Humberto Maturaba- está dando interesantes frutos.


Mike Kelley

Contradicción, aporía, dialógica…

El principio hologramático y el dialógico se pueden explicar con algún ejemplo sencillo.

En el cuerpo humano existen multitud de células distintas. Células óseas, leucocitos, neuronas, células musculares. Todas ellas contienen la misma información genética –son clónicas. Sin embargo, la célula del hueso y la del músculo son distintas. La morfogénesis entraña aún algunos misterios que no son objeto de nuestro interés aquí, pero a modo de ilustración nos sirve para entender cómo un mismo código genético puede expresar individualidades diferenciadas surgiendo de la relación entre el propio código genético y el entorno donde cada célula se encuentra localizada.

Células clónicas adquieren morfologías distintas en función de su entorno inmediato igual que una palabra adquiere significados distintos en función de la proposición en la que se halla inserta. En este sentido la noción de Foucault sobre el “discurso” es fundamental. Un discurso nunca es dado como corpus de verdades absolutas sino como campo específico, históricamente transformable, donde los significados están únicamente definidos por las relaciones con un contexto determinado.

Si consideramos esa célula desde el principio hologramático podemos decir que en cada parte del cuerpo –en cada célula- se encuentra la información de todas las células restantes: su código genético.

Si consideramos la célula desde el principio dialógico podemos decir que un mismo código genético expresa células distintas. Individuos distintos con distintas lógicas. Distintos comportamientos frente a los mismos estímulos.

Estos dos principios extrapolados a la definición de instalación desemboca en un escenario en el que, como decíamos al aplicar el principio de recursividad, no se puede abordar una definición satisfactoria sin la interacción de los dos extremos, la idea consensuada del término instalación por un lado –rasgos inherentes- y cada expresión concreta de esa idea por el otro

–rasgos aleatorios-.

La relación hologramática puede extraerse del aspecto integrador. Si el trabajo de un artista plástico el producir una instalación está condicionado por la idea consensuada de cómo debe ser ésta, podremos considerar este consenso como una especie de código genético, un denominador común inserto en cada obra producida. En cada parte –en cada instalación- se encuentra el todo.

La relación dialógica queda reflejada en el extremo contrario. Cada instalación es distinta a las demás. Distintas instalaciones pueden incluso impulsar perspectivas antagónicas desde un mismo acontecimiento. Surgen de la relación entre la idea de instalación y el entorno complejo que rodea al autor de la obra y a la obra misma. Cualquier factor del entorno condicionará su actividad. Tanto la política, la economía, la localización geográfica, la temperatura, la capacidad afectiva –todas las particularidades que queramos mencionar- como las propias influencias del entorno artístico –qué se produce, cómo, para qué y quién- forman a su vez una red compleja de influencias que motivan las variaciones particulares que a su vez motivarán el cambio de la percepción consensuada.

Por otro lado, observamos cómo se repite este esquema en los distintos lugares del proceso de producción de una obra de arte/instalación. Por ejemplo, un artista trabaja sobre un tema en concreto y produce distintas piezas para diferentes tipos de consumidores. La pieza que construye para el circuito de las galerías y ferias de arte contemporáneo es de un formato portable, puede colgarse en cualquier pared, no es de sitio específico y entabla una relación sencilla con el espectador, que siempre la mira desde el frente. El mismo artista sigue trabajando sobre el mismo tema y al cabo de unos días recibe un pedido para los fondos de un museo grande y monumental financiado por la administración pública –y puede que, en parte, por algún patrocinador privado- en donde se detalla el espacio –grande- en el que se exhibirá la pieza. La obra se ajustará a las características del sitio específico no podrá trasladarse con facilidad y, además, el artista empleará el espacio para generar una instalación de efecto envolvente donde el usuario pasará a formar parte de la obra. A la vez, recibe la solicitud de un excelso ayuntamiento que, avispado por la emergente popularidad de nuestro artista, decide encargar una obra para colocar en frente de la Casa Consistorial. La pieza en cuestión parte de la misma idea pero su aspecto final estará condicionado por el clima, al estar a la intemperie, la libertad de acceso que ofrece la vía pública, etc. Pesará varias toneladas, estará reforzada y se elevará sobre un pedestal para que no pueda ser alcanzada con facilidad.

En la idea inicial –la intención, el discurso sobre el que trabaja el artista- se encuentra el principio hologramático, ya que las tres instalaciones parten del mismo lugar –la misma idea. Contienen, metafóricamente hablando, la totalidad.

Sin embargo, las instalaciones son distintas unas de otras. Utilizan recursos diferentes optimizando la rentabilidad para la que han sido creadas. Podemos apreciar el principio dialógico allí donde conviven diferentes lógicas.

También en el proceso de interpretación de la obra encontramos este mismo esquema ya que una misma obra será percibida de diferentes maneras por n observador en diferentes momentos o por distintos observadores.


Glen Onwin



CONCLUSIONES

Con esta ponencia hemos intentado ofrecer una posible herramienta de entendimiento aproximación a la complejidad del fenómeno artístico contemporáneo, y en concreto de la instalación, que se resiste a ser explicado desde la estrechez y obsolescencia de una Historia del Arte basada en definiciones simplificadoras, aisladas y autosostenidas.

Somos conscientes de la problemática que entraña la plausible aplicación de un sistema complejo de estas características al campo de la Historia del Arte. Se presentan asuntos delicados como el devenir de la disciplina o el papel del historiador. Es evidente que la actividad de este último sólo cobra sentido si se instala entre los extremos de la del documentalista o cronista de la realidad objetiva y de la del literato creador de subjetividad. Tendría que asumir su posición de narrador subjetivo, reductor de complejidad y constructor de “posibles” historias del arte, a mitad del camino entre el creador de subjetividades y el transmisor de objetividad. De lo que se desprende que en cada acto documental o de creación literaria coexistirán estas dos actitudes aparentemente antagónicas.

Por su parte, la Historia del Arte dejaría de existir como corpus teórico de verdades absolutas e inamovibles y tendría que asumir las posibles revisiones de sus contenidos.


Tomoko Takahashi


Rachel Whiteread



[1] The Oxford Dictionary of Art, 1988.

[2] Claudia Giannetti, "Las múltiples dimensiones en el arte de la instalación", Lápiz, núm 105, 1 de junio de 1994, pág. 24.

[3] Erika Soderburg, Space, Site, Intervention, Situating Installation Art, Minneapolis, University of Minnesota Press, 2000.

[4] Dislocations, Catálogo de exposición, Nueva York, MoMA, 1991.

[5] Jonathan Watkins, Installation is Everything and Everything is Installation, en AAVV, You Are Here, Re-siting installations,

Catálogo de exposición, Londres, Royal College of Art, 1997, pág, 26.

[6] Edgar Morin, Introducción al pensamiento complejo, Barcelona, Gedisa, 1995.

[7] Alfredo Gutiérrez Gómez, "Mórin y las posibilidades del pensamiento complejo", http://www.metapolitica.com.mx/meta/metapass/8/gutierrez.html

última entrada 29 de septiembre de 2003.

[8] Michael Archer, Installation Art, Londres, Thames and Hudson, 1996.

Texto extraído de:

Juan Antonio Ramírez, Jesús Carrillo, Tendencias del arte, arte de tendencias a principios del siglo XXI, 2004, Cap. 7